Segunda cinta de Taylor Sheridan como director, y tercer trabajo detrás de un guion tras las notables Sicario (Denis Villeneuve, 2015) y Comanchería (David Mackenzie, 2016). Una historia en la que vuelven a tener un peso importante, dos personajes. Y es que a Sheridan siempre le han funcionado las parejas protagonistas (Blunt/Brolin o Pine/Foster) y en esta ocasión cuenta con los nombres de Jeremy Renner y Elizabeth Olsen, ambos en papeles muy bien construidos y desarrollados.
El cine de Taylor Sheridan (al margen de si escribe o dirige) siempre ha sido un cine de personajes marcados. Aquí no es menos y el peso en este sentido se lo lleva Jeremy Renner, en un rol intenso, de los mejores (sino el mejor) de su carrera hasta la fecha. Un hombre dolido, marcado, pero sosegado y que no pierde los papeles a pesar del dolor que lleva dentro.
Y es que detrás de la trama que esconde Wind River, hay una historia sobre el duelo, la necesidad de superación, el pasado (tanto a nivel personal como a nivel social, esos indios casi recluidos en reservas, sin que prácticamente nadie acuda a su auxilio si no es porque están cerca).
La historia de Wind River se desarrolla con dos grandes personajes. Por un lado, como hemos comentado, Jeremy Renner da vida “al dolor”. Un hombre marcado por el pasado, al que le cuesta amar y dejarse amar, con una relación distante con su mujer debido a la muerte de su hija y que el caso, le hace revivir estos fantasmas, a pesar de que asegura haberlos superado. Sabemos que este tipo de duelos, no se pasan en dos años. Es un personaje con el que resulta muy fácil conectar o encariñarse de él.
Por otro lado, tenemos a Elizabeth Olsen, en el papel de una joven e ¿inexperta? agente del FBI. Ella es, hasta cierto punto, vulnerabilidad y descubre poco a poco la situación, el dolor de cada personaje, haciéndonos cómplice de ello. Quizá sea el personaje con el que Sheridan quiera que nos identifiquemos, y en cierto modo, es el punto de vista del público.
Con estos mimbres, la historia se construye en torno a una investigación, con interesante pulso narrativo que no se hace lento, pero se toma su tiempo al desvelar aspectos e incluso con interesantes escenas de acción muy bien planteadas (ya apuntaba alto Sheridan con Sicario).
Una película que, prácticamente conoce poca gente y que inexplicablemente no se estrenó nunca en cines. Interesante historia muy bien llevada y que augura ya a un guionista/director con buenas formas y un gran potencial.
Aunque la película se proyectó en su día, en el Festival de cine de Sitges, después no logró entrar en el circuito de salas. Resulta extraño dado que el reparto tiene estrellas y la historia es bastante fácil de seguir. Quizá el hecho de ser una de las primeras cintas de Sheridan (desconocido en aquella época) fue lo que no interesó a las distribuidoras. No sería hasta su participación en la saga de Sicario cuando Sheridan tuviera algo más de nombre.
A fecha de hoy, no existe en España edición física y legal de esta película, a pesar de que existe doblaje en castellano. Se puede ver en plataformas como amazon prime (donde se estrenó el pasado 2020) o Rakuten TV. También se ha podido ver en algun canal de la plataforma Movistar+.
