Juntar en un mismo cartel a dos grandes actores como son Karra Elejalde y Javier Gutiérrez es quizá una buena garantía para que la película, a nivel interpretativo funcione. Aunque no era la primera vez que trabajaban juntos, ya coincidieron en 1898: Los últimos de Filipinas (Salvador Calvo, 2016), si que es el primer largometraje en el que ambos se hacen con los roles protagonistas. Gutiérrez, con algo más peso en la historia que Karra, vuelve a quedar retratado como uno de los intérpretes españoles con más registros del panorama actual.
Dirige Lluís Quílez, en la que es su segunda cinta tras la inédita y desconocida Out of the Dark (2014) en donde dirigió a Julia Stiles y Scott Speedman con un guión de los hermanos Pastor y Javier Gullón. Además de esta película, la trayectora de Quílez en el mundo del cortometraje es bastante amplia y laureada. Aquí maneja los hilos del thriller clásico con solvencia y gracias a una magnífica producción, la película luce muy bien.
Y es que, teniendo a Javier Gutiérrez como protagonista de esta historia sobre el deber y la venganza, poco puede salir mal. El actor asturiano ya ha demostrado en varias ocasiones, su absoluta capacidad para amoldarse a cualquier género y papel, y su personaje aquí es toda una muestra de incorruptibilidad, deber y disciplina. Poco a poco se va “amoldando” a la historia de una forma progresiva, nada forzada, aportando además mucha veracidad en las escenas en las que aparece.
Su “némesis” es Karra Elejalde, otro actor que, con el paso de los años y títulos ha conseguido una solvencia interpretativa considerable. También es capaz de amoldarse a cualquier género, tanto a la comedia, al drama o al thriller. Aquí, interpreta a un hombre desesperado, hambriento de justicia y capaz de cualquier cosa por conseguir su objetivo.
Pero Bajocero tampoco sería lo que es si no fuera por su elenco de secundarios. Todos ellos muy meritorios y que contribuyen de alguna manera a que la historia avance de forma acertada. Luis Callejo, Patrick Criado o Andrés Gertrúdix son algunos de estos nombres a los que también merece especial atención por su capacidad interpretativa, a pesar de que algunos de ellos ya lo han demostrado en varias ocasiones.
Bajocero es un thriller con elementos muy clásicos, bastante bien trazado y que, sin aportar nada nuevo, tampoco creo que lo pretenda, si supone un buen puñetazo encima de la mesa para los que ponen en duda la salud de este género en España. Una historia bien contada (con algunas inspiraciones en un caso real), con elementos que, durante la trama, se van soltando para recogerlos por el camino y así conformar el retablo de la historia. Todo ello con un buen empaque, unas buenas interpretaciones y con un ritmo que no da tregua.
Una película muy entretenida, cuyo desenlace no termina de ser redondo, pero no por eso tira al traste todo lo anterior. Absolutamente recomendable.
Otro título que por la pandemia ha tenido que ver trasladado su estreno en salas de cine a plataformas digitales. De hecho la distribuidora DeAPlaneta tenía los derechos de exhibición y su estreno iba a ser el 9 de Octubre del pasado 2020.
Está disponible en Netflix.