Con más de un año de retraso (queremos pensar que por la dichosa pandemia) llega a las pantallas españolas, la nueva cinta del argentino Ariel Winogard. Puede que nos resulte familiar o no, ya que algunos de sus títulos sí han llegado a España. Aún así, esta película se pudo ver en el Festival de Málaga del pasado año.
Vaya por delante que la historia que plantea la cinta no es nada nueva. Raro es el país en el que no hay alguna película sobre robos. Es un género explotado, con clichés, y que rara vez suele sorprender. De hecho, a finales de año nos llega una propuesta sobre esta temática, dirigida por Jaume Balagueró, con un reparto internacional.
De Winogard quizá nos suene Mamá se va de viaje (2017), película que ha sido versionada en Italia (10 días sin mamá (Alessandro Genovesi, 2019)) en Francia, con el mismo título, y hasta en España Padre no hay más que uno (Santiago Segura, 2019). Sin duda Winogard es un especialista en la comedia.
La mezcla entre humor e intriga tiene como resultado un ejercicio fresco, dinámico y altamente entretenido. Aquí no se trata de juzgar si lo que se hace está bien o no, es evidente el contenido moral de este tipo de cine e historias. Winogard, que por cierto estuvo como ‘becario’ en el rodaje de Plan oculto (Spike Lee, 2006), maneja con solvencia la estructura de una película de robos, estableciendo, como suele ser habitual, varias partes (el inicio, el robo, el equipo, la huida…).
El robo del siglo lo vuelve a juntar con Diego Peretti, la estrella bonaerense con el que ha trabajado anteriormente en dos títulos y que aquí vuelve a meterse al público en el bolsillo, con un personaje absolutamente hilarante, pero que sirve como capitán del barco. Los caracteres opuestos de algunos miembros (algo también bastante típico en este tipo de películas) sirven para generar escenas cómicas lo suficientemente simpáticas para ridiculizar al grupo y pensar que todo va a salir fatal.
Es una cinta fácil de ver, con la que es muy sencillo simpatizar con todos los personajes, y que su humor blanco tampoco empaña una pequeña parte dramática que hay detrás de los personajes. Quizá resulta para muchos una cinta excesivamente sencilla y que se apoya en demasiados lugares comunes, pero es que parece que no necesita más para meternos en el bolsillo a los personajes.
