Regresamos una con una nueva película que no podremos ver en cines. Francotirador explota una historia bastante manida con un reparto muy irregular y un guión bastante previsible.
El cine británico vuelve a ser blanco de un título que no pasará por las salas comerciales. Se trata de Francotirador, película de acción-intriga que mezcla algunos elementos ya vistos en producciones con una historia bastante parecida.
La moda por colocar grandes estructuras como personajes no es nueva. Simplemente tenemos que echar la vista atrás y ver títulos como Breaking News (Johnnie To, 2004), Redada asesina (Gareth Evans, 2011), o Attack the Block (Joe Cornish, 2011) para darnos cuenta de que el escenario de una cinta con una misma historia, cuenta para mucho. En este caso, Francotirador no explota en exceso el bloque de viviendas donde se desarrolla la acción, dejándole un papel más común.
La cinta además de no aportar nada nuevo al género, adolece de un guión muy flojo, cargado de situaciones bastante inverosímiles, eso sin contar que el reparto tampoco ayuda mucho a la hora de elaborar algunas escenas en las que podría haber cierta tensión y/o suspense, ambos elementos bastante escasos en todo el metraje. Sin duda es una película bastante anodina y para pasar el rato, pero si pretende mantenernos pegados al asiento, lástima que no lo consiga.
Francotirador lleva una idea que, podría resultar interesante para plantear nuevos retos, a un terreno mucho más cómodo, donde sus directores se mueven con absoluta tranquilidad, planteando escasos retos y más escenas previsibles y/o cotidianas en este tipo de historias. Prácticamente desde el minuto 25, cuando ya se ha planteado todo lo que se tiene que plantear, uno puede hacerse una idea de por dónde van a ir los tiros. En este sentido, la cinta es bastante previsible. Ni siquiera su desenlace (con ese confuso mensaje que parece querer transmitir) logra levantarla.
Muestra sus cartas demasiado pronto, sin apenas desvelar cosas nuevas. Es más, la mayoría de las muertes que acontecen en la cinta (no, no estoy desvelando nada nuevo) no son, para nada una sorpresa, se sabe enseguida quien va a caer. Desde luego un auténtico “cero” para la sorpresa.
Por el resto, comentar que la ambientación está bastante lograda, así como el nivel técnico de muchas de sus secuencias, pero una lástima que una cinta que podría haber provocado más de un interés se quede en un vago y vacío entretenimiento.
A pesar de haber pasado por el Festival de Sitges y de haberse hecho con el premio de la sección Panorama (allá por el 2012), la película no logró despertar el mínimo interés en las distribuidoras. Su ligero aroma a cinta de bajo presupuesto (aunque no tenga uno holgado) no le hizo un favor, y tuvimos que esperar dos años a que se pudiera ver.
La única forma de hacernos con ella es a través del mercado doméstico. Editada en DVD por La Aventura Audiovisual S.L. (en algunas webs figura como editada por la Fox) a principios del 2014, su contenido adicional no va más allá de un escaso «making of» y un tráiler.