Acción

Gladiator II

Gladiator II | 2024
9 de enero de 2025
Han pasado unos años desde la muerte de Máximo. Un nuevo héroe renace en la Roma antigua, Lucius, con un misterioso pasado, deberá luchar en la arena después de que el ejército romano arrasara su hogar y destruyera su vida. ¿La historia se repite? Sí.

Después del tremendo éxito de Gladiator (El gladiador) (Ridley Scott, 2000) muchas fueron las propuestas para hacer una secuela, casi todas rozaban la idea de una supuesta resurrección del personaje de Crowe (ni siquiera él estaba de acuerdo en esto), o incluso lo convertían en inmortal. Afortunadamente ninguna de estas alocadas propuestas salió a la luz, aunque algún guion se puede leer, por si nos queremos hacer una idea, basta con navegar un poco por la red.

Scott, bastante amigo de rodar secuelas y no siempre con buen resultado, trata de ingeniárselas para mostrarnos una historia nueva con esta segunda (e innecesaria) parte de aquella épica película. A pesar de su edad y de lo lúcida de su mente (aunque no lo parezca a veces), esta Gladiator II cumple con lo mínimo exigible para una cinta de acción ambientada en la antigüedad, unos mínimos exigibles que no pasan precisamente por contar con una historia realmente interesante.

Paul Mescal.

Y es que el primer escollo con el que nos topamos es precisamente su historia. Con tan sólo veinte minutos ya tenemos la sensación de estar masticando un chicle sin sabor. Sabemos perfectamente qué va a suceder. La película es honesta, no pretende sorprender, sino entretener, pero tiene un enorme problema, y es que es una secuela, y una secuela de una película con peso, ya considerada por muchos como un clásico del cine. Muy posiblemente si esta fuera la primera Gladiator, se vería con otros ojos. Y es que resulta inevitable compararlas.

Paul Mescal (a quien hemos visto en Aftersun (Charlotte Wells, 2022) superó a un buen puñado de nombres de peso para protagonizar la película. No es Russell Crowe, él lo sabe y al menos se molesta en hacer suyo el protagonismo de una cinta en la que todo está de aprobado, nada más. Ni siquiera la presencia de Denzel Washington (posiblemente lo más destacable junto a Pedro Pascal) que hace lo que puede, en un papel con algo más de enjundia que el resto de secundarios. Sólo Connie Nielsen y Derek Jacobi han participado en ambas películas.

Pedro Pascal.

A nivel de espectáculo, Scott sabe perfectamente filmar lo que sea, en este aspecto la película no decepciona. Pero si le intentamos buscar algo más, en seguida salen a relucir algunas costuras en su guion, que en conjunto, también alcanza el aprobado y se queda ahí.

No es ya sólo el hecho de que este Gladiator II sea inferior a la primera película, sino que, a grandes rasgos, “bigger is not better”. Por mucho que nos quieran poner escenas con rinocerontes luchando (por cierto, esta escena se iba a haber incluido en la primera película), batallas navales (conocidas como nautae, que no eran tan habituales) o incluso tiburones o monos rabiosos, la película se toma bastantes licencias y adolece en ciertos momentos de esas escenas que tratan de camuflarse como históricas cuando los personajes hacen cosas de hoy en día (leer el periódico, tomarse una copa…)

Denzel Washington.

Definitivamente Gladiator II no termina de cuajar. Es una película entretenida, sí, pero de ahí no pasa. Apenas hay conflictos entre personajes (se salva, como hemos dicho Denzel Washington), todo nos resulta bastante conocido y terminamos viendo una especie de Gladiator (El gladiador) de marca blanca. El esfuerzo es encomiable, pero no termina de ser lo suficientemente interesante.

Innecesaria y con la que resulta absolutamente inevitable hacer comparaciones.
6

Dirección
Ridley Scott
Guion
(personajes creados por David Franzoni)
David Scarpa
Dirección de fotografía
John Mathieson
Música
Harry Gregson-Williams
Montaje
Sam Restivo, Claire Simpson
Formato
2.39:1
Nacionalidad
USA
Duración
148 minutos
Distribución
Paramount Pictures
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