Si hay algo que Hugh Michael Jackman tiene que agradecer, es dedicarse a lo que realmente le gusta. No hay duda de que el actor originario de Sidney (Australia) pone toda la carne en el asador cuando se trata de interpretar a un personaje.
Jackman, de padres ingleses afincados en Australia desde hace unos cuantos años, empezó estudiando periodismo y posteriormente vió el teatro como una afición (estudiando en la Western Australia Academy of Performing Arts). Entre sus primeros papeles, el de Gastón en la adaptación teatral austaliana de La bella y la bestia. Estos pequeños papeles lo llevaron hasta la televisión, donde obtuvo un rol en la serie carcelaria Corelli, donde no sólo empezó a despuntar sino donde conoció a Deborah-Lee Furness, la que es su mujer hasta la fecha, y con la que comparte dos hijos. Hablamos de 1995, por aquel entonces el actor tenía 27 años y estaba dispuesto a darlo todo. Atrás quedaban años en donde se debatía entre seguir con el periodismo o dedicarse al teatro.
Como curiosidad, a Jackman además de cantar (no lo hace mal, que digamos, de hecho ha protagonizado varios musicales en Broadway), también le gusta tocar la guitarra y el piano, y como deportista que se define, le gusta el golf y el windsurf.
Pero sin duda, si hay algún personaje que identifica a Jackman, ese es Lobezno (Wolverine en su «versión original»). Componente fundamental de los X-Men, Jackman consiguió el rol gracias a una retirada de última hora, la de Dougray Scott. Debido a problemas de agenda con el rodaje de Misión Imposible 2 (John Woo, 2000), y ya que nombres como Russell Crowe (pedía mucho dinero), Jean-Claude Van Damme, Aaron Eckhart, Viggo Mortensen o Edward Norton, tampoco estaban por la labor, fue Bryan Singer quien optó por Jackman para interpretar al mutante de las garras de «adamantium».
El rodaje de X-Men (Bryan Singer, 2000) fue un poco duro para un actor que venía de la televisión. Se reincorporó cuando la película ya llevaba prácticamente mes y medio de rodaje, lo que le obligó a varias cosas antes de ponerse delante de la cámara, entre ellas, manejarse con las prótesis de garras. Además, por las mañana, empezó a tomarse duchas de agua helada, para despejarse y (según dicen) meterse dentro del personaje. Desde entonces, es una tradición que va ligada a Jackman-Lobezno.
Su paso por la saga ha dejado un total de 5 películas, 3 de ellas dentro de la saga X-Men y posteriormente 2 títulos centrados en su personaje: X-Men Orígenes: Lobezno (2009) dirigida por el sudafricano Gavin Hood y Lobezno inmortal (2013) dirigida por James Mangold, que tras una accidentada preproducción, logró ver la luz en las salas con Jackman, de nuevo, colocándose las garras. La primera película consiguió mejor taquilla que la segunda, y se colocó en la tercera posición de la saga como la más taquillera.
Lejos de su participación en adaptaciones Marvel, Hugh Jackman ha sabido compaginar bastante bien los géneros más diversos, aunque el drama siempre ha sido quizá, su predilecto. En el 2001 trabajaría por primera vez con James Mangold, interpretando a Leopold en la comedia romántica Kate & Leopold, donde se le emparejó con Meg Ryan (por aquel entonces un nombre imprescindible en el género). La película contaba una romántica historia entre una joven del siglo XXI y un hombre del IXX. Su trabajo, le reportó su primera nominación a los Globos de Oro, aunque el trabajo de Gene Hackman en Los Tenembaums. Una familia de genios (Wes Anderson, 2001), fue el preferido por el «jurado».
Cuatro años después, Stephen Sommers, un director bastante convencional pero con cierto tirón en taquilla, lo reclutaba para interpretar a Van Helsing en la cinta del mismo nombre. Enfrentado a vampiros y hombres lobo, la taquilla respondió muy favorablemente y la cinta recaudó poco más de 300 millones de dólares en todo el mundo. A pesar de que no era una cifra relativamente exagerada, sus ventas en DVD se dispararon, llegando a vender una ingente cantidad de copias (unos 65 millones de dólares).
La acción es un género que Jackman nunca se ha atrevido a dejar. Títulos como Operación Swordfish (Dominic Sena, 2001), con John Travolta y Halle Berry, o Acero puro (2011) de Shawn Levy (imagen sobre estas líneas, junto a Evangeline Lily), le han venido bien tanto a la taquilla como a su bolsillo. No así sus participaciones en cintas de animación como Happy Feet (George Miller, 2006) (y secuela) o El origen de los guardianes (Peter Ramsey, 2012), donde ponía la voz al conejo de pascua.
Como hemos comentado, es quizá el género que más interese a Jackman. Ha trabajado con directores sobradamente conocidos, como Woody Allen, Darren Aronofsky, Christopher Nolan o Baz Luhrmann. Sus trabajos más destacables se resumen, quizá en tres títulos. El truco final (El prestigio) (Christopher Nolan, 2006), era la cinta que se enmarcaba entre dos títulos esenciales dentro de la trayectoria de Christopher Nolan, como son Batman Begins (2005) y El Caballero Oscuro (2008). Jackman compartía cartel con Christian Bale y ambos eran dos magos que intentaban hacerse con el primer puesto dentro del mundo del espectáculo. Espléndidamente ambientada y muy bien contada, la cinta le proporcionó unas favorables críticas.
Australia (2008) lo ponía a las órdenes del también australiano Baz Luhrmann, que venía de dirigir dos éxitos en taquilla Romeo y Julieta (1996) y Moulin Rouge (2001). Jackman volvía a sus orígenes con esta obra que lo unía en cartel con Nicole Kidman. Interpretaba a un joven británico que era contratado para defender unas tierras en el norte de Australia en previsión de que fueran invadidas durante la Segunda Guerra Mundial. Los excesos de Luhrmann le pasaron factura y la taquilla no respondió como se esperaba.
Uno de sus últimos trabajos, Los miserables (2012) le ha puesto sin duda en el punto de mira de Hollywood. Tom Hooper lo une a un elenco espectacular (Russell Crowe, Anne Hathaway, Eddie Redmayne, Amanda Seyfried…) para dar vida en la gran pantalla al musical creado por Alain Boublil y Claude-Michel Schônberg, sobre la novela de Victor Hugo. Jackman, intepreta a Jean Valjean, y deja claro sus dotes como cantante, algo que ya probó en una de las ceremonias de entrega de los Oscar que él mismo presentó (2009).
El futuro de Hugh Jackman no pasa desparecibido, y proyectos no le faltan. Lo más inmimente que veremos de él (a día de hoy, claro) será Prisioneros, donde comparte cartel con Jake Gyllenhaal y que lo pondrá a prueba dentro del thriller, quizá un género casi novedoso para él. Además lo veremos en la próxima entrega de los X-Men, bajo el título de X-Men: Días del futuro pasado y que lo reencontrará con Bryan Singer.
El gran showman (Michael Gracey, 2017)
Logan (James Mangold, 2017)
Chappie (Neil Blomkamp, 2015)
X-Men: Días del futuro pasado (Bryan Singer, 2014)
Prisioneros (Denis Villeneuve, 2013)
Lobezno inmortal (James Mangold, 2013)