Han pasado dos años desde que la plataforma Movistar+ estrenase La unidad, una serie creada por los directores/guionistas Dani de la Torre y Alberto Marini, centrada en una unidad antiterrorista de la Policía Nacional especializada en células islámicas. Tras una más que notable primera temporada, la historia se cerraba bastante bien, aunque dejaban al aire algunos flecos que hacían casi necesaria una segunda.
Y así ha sido, dos años después Movistar+ estrena en exclusiva, los seis episodios (la misma cantidad que la primera temporada) de esta nueva tanda en la que nos reencontramos con los personajes, con algunos nuevos, nuevas situaciones que los ponen a prueba… Sin perder su esencia, la serie en esta segunda temporada quizá baja un poco el listón impuesto por sus primeros seis episodios, pero sigue teniendo tirón, no hay duda.
El tándem De la Torre/Marini, que coincidió por primera vez en El desconocido, (Dani de la Torre, 2015) regresa a la pequeña pantalla con una nueva trama para la unidad antiterrorista liderada por la agente Carla Torres (de nuevo una notable Nathalie Poza). La marca de la casa sigue estando presente, y la serie vuelve a tener como referente el realismo a la hora de trasladar acciones del guion a imágenes. Sin tener una puesta en escena apabullante, seguimos reconociendo en muchas de sus escenas de acción, una calidad que pocas veces se ha visto en series de este tipo. Es quizá esta baza, la que se pasa por alto cuando se habla de ella.
Sin entrar demasiado en comparaciones, aunque resulta inevitable, aquí el nivel en cuanto a trama baja un poco y nos encontramos una historia mucho más simple, con menos esquinas, menos giros de guion y, en definitiva, una historia en donde se palpa demasiado una planificación que no deja prácticamente margen a posibles sorpresas. Ni siquiera el intento de mantener la tensión con elementos como, por ejemplo, personajes que cambian de bando (por sorpresa ¿?), puede resultar sugerente para una trama que bien se podría haber resuelto en la mitad de episodios.
Pero como en la anterior temporada (además es marca de la casa), donde más se expande y en donde tiene su fuerte esta serie, es en sus personajes. Todos ellos desprenden carisma, realismo, interés y fuerza. Se trata de personajes bien construidos, personajes que aportan prácticamente en todo momento y que, colocados en la historia, ayudan a ejecutarla de forma sólida y solvente. El núcleo fuerte de La unidad son ellos y un descenso en su calidad o tratamiento, habría supuesto un fuerte mazazo para la serie.
Prácticamente repite el elenco de la temporada anterior, y se unen nuevos rostros, pero La unidad sigue teniendo el empaque de serie sólida, bien hecha y con peso. Una serie que, de haber sido emitida en otra plataforma quizá habría sido vista con otros ojos, habría dado mucho más que hablar.
A pesar de resultar, como hemos comentado, algo inferior a su anterior temporada, La unidad eleva en algunos aspectos, el nivel de los primeros seis episodios, dándonos momentos tan intensos como el desenlace del último episodio o los primeros minutos de la temporada. Tanto Marini (que no es precisamente un director /guionista modelo) como Dani de la Torre, tomaron medidas en la primera temporada y aquí han conseguido mantenerlas y llevarlas un poco más allá.
Sin embargo, esta segunda temporada adolece de ciertas carencias, como que su trama no resulta demasiado compleja (además de aspectos algo forzados, entre ellos y el más importante, la motivación del villano), algunos diálogos no convencen… hay evolución en los protagonistas, sí, pero quizá se esperaba algo más de ellos, puesto que ya los conocemos bastante… La unidad cumple de sobra con lo que se espera de ella, pero si somos un poco exigentes nos va a dejar con ganas de algo más, de un poco más de ‘punch’. Aún así, es una serie que se disfruta mucho.