Séptima adaptación a la gran pantalla de los personajes creados por Peter Laird y Kevin Eastman, y segunda de animación. En este caso se trata de un proyecto que el actor y productor Seth Rogen (ferviente admirador de los personajes y que aquí también se encarga de una de las voces) comenzó hace unos cuatro años y que sabe muy bien adaptarse a los nuevos tiempos, con un toque muy actual y muy dinámico.
Y es que el estilo de esta Ninja Turtles: Caos mutante queda patente desde los primeros minutos, con una animación alocada, como hecha con trazos por un niño, y que nos recuerda a esa otra maravilla como es Los Mitchell contras las máquinas (Michael Rianda y Jeff Rowe, 2021) con quien comparte director y dirección artística. Aquí, la técnica es realmente espectacular con una combinación de colores, trazos y formas que resultan de lo más estimulante. Paletas de colores ‘flúor’, trazos gruesos, personajes imperfectos… es un conjunto que, visualmente es increíble. Una animación que se adapta perfectamente a una de las etapas vitales que maneja bien la película, la adolescencia.
Decía Rogen que una de las cosas que más le interesaba de estos personajes y que, en su opinión, no se trataba con mucho peso era la adolescencia. No hay que olvidar que son tortugas adolescentes. Aquí se consigue dar más peso a este aspecto, con un guion fresco, muy actual, con expresiones de hoy en día, guiños a las redes sociales, a la cultura visual, a vídeos virales… Se le ha querido dar una importancia notable al carácter que echaba el falta el propio Rogen, y lo cierto es que está conseguido.
Ninja Turtles: Caos mutante nos habla del miedo a ser o no aceptado. Es un interesante retrato del inicio de la adolescencia (las pequeñas mentiras, las salidas a escondidas por las noches, las respuestas de rebelde…) Al margen de este mensaje, la historia resulta muy sencilla, pero… es que no hay necesidad de complicar nada.
Una película que se hace hasta corta, con un ritmo muy bien medido. Su guion tiene un buen equilibrio entre el humor y la seriedad. La película se pone cómica y loca cuando toca, pero cuando se trata de tratar temas algo más profundos, también lo hace, aunque cuesta tomárselos en serio.
Otro aspecto interesante es el buen uso de la música que tiene. Ya no sólo por la opción de temas punteros o versionados, sino de su banda sonora instrumental, con la que Trent Reznor y Atticus Ross (componentes del grupo NIN) habituales colaboradores de David Fincher, han dotado a la atmósfera de la película de un aire misterioso, muy urbano, nocturno, nostalgica en algunos pasajes, incluso con cierto aroma a videojuego 8bits, y a veces incluso psicodélico, gracias a un uso de sintetizadores realmente asombroso. No hay duda de que la música de esta película es bastante sorprendente.
Ninja Turtles: Caos Mutante es una película muy recomendable, ya no sólo si somos fans de los personajes, sino por su factura y por lo ágil de la propuesta.
Por cierto, entre sus voces en la versión original, nos podemos encontrar con Ayo Edebiri (de la serie The Bear), el cantante y actor Ice Cube o el mismísimo Jackie Chan, que pone las palabras al maestro Splinter. Ni siquiera en este aspecto la película se queda coja.
