Pinocho de Guillermo del Toro

Pinocho de Guillermo del Toro

Guillermo del Toro's Pinocchio | 2022
22 de febrero de 2023
Esta es la historia de Geppetto, un hombre que, tras perder a su hijo, enloquecido y deprimido, decide crear un muñeco de madera. Gracias al hada azul, adquiere vida y deberá sobrevivir en el mundo real, enfrentándose tanto a lo bueno como a lo malo de la sociedad, incluso cuando no está bajo la protección de su padre.

Uno de los proyectos más personales del mexicano Guillermo del Toro (Guadalajara, 1964) ve la luz después de hace unos cuantos años, incluso tras una cancelación por parte del equipo de producción. A pesar de que la película ha tenido repercusión en Netflix, donde sigue en catálogo a día de hoy y donde realmente se ha estrenado, se ha podido ver en algunas salas seleccionadas.

Carlo Collodi (Florencia, 1826) publicó Las aventuras de Pinocho entre 1881 y 1883, en el Giornale per i bambini (Periódico para niños). Desde entonces, se ha traducido en múltiples idiomas y se ha adaptado en forma de largometraje al cine unas cuantas veces, incluso ha tenido versión en formato serie y hasta en cine para adultos (Las aventuras eróticas de Pinocho (Corey Allen, 1971)). Poco vamos a descubrir de una historia con principios y mensajes universales sobre la necesidad de encajar en la sociedad o sobre los dramas paterno-filiales. A día de hoy, sus mensajes siguen calando en nosotros, pero la valentía de Del Toro le ha llevado a hacer una versión muy diferente del cuento clásico, bastante alejada de la inocencia infantil y más próxima a la madurez adolescente.

Vaya por delante que esta versión tiene más cosas buenas que malas. Si empezamos por sus pegas, sin duda habría que hablar de la decisión de convertir la película en una especie de híbrido entre drama y musical. A pesar de los buenos intentos de la historia porque todo sea maravilloso, la inclusión de pequeños (afortunadamente) números musicales ensombrece muchos de los momentos de la historia. Sí, a groso modo, son partes que sobran y que, o bien no aportan demasiado o bien podrían haberse resuelto sin necesidad de dotarlas de una musicalidad poco acertada.

Pinocho de Guillermo del Toro.

Quitando este lastre que, para bien, se va esfumando conforme avanza la película (¿se dieron cuenta de que no funcionaban?) el resultado del filtro es una película un tanto aterradora y dramática, partiendo de la base que ya la propia historia es dramática hasta más no poder.

Ambientada en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, en la Italia de Mussolini, la película no se esconde en cuanto a sus propósitos (ni siquiera cuando se trata de tocar temas más adultos, como la política o la moral). Una cinta que trata, principalmente, el drama de la pérdida y la forma de afrontarlo. Una vez que el espectador ya ha asimilado cómo el personaje del padre lo ha ¿superado? Nos da más motivos para seguir viéndola. La historia sobre cómo ser fiel a sí mismo, y de la necesidad de encajar en una sociedad que repudia al diferente, toda una lección que, incluso a día de hoy sigue siendo imprescindible aprender.

No hay que dejar pasar su factura, absolutamente impresionante. El amor por la animación, por el ‘stop motion’ que desprende, es realmente hermoso. Una ingente cantidad de detalles, un casting envidiable (desde McGregor, Waltz, Perlman, hasta una Cate Blanchett haciendo únicamente los ruidos de un mono)… todos en una perfecta armonía dentro de un drama con muchísimos matices y detalles que habrá que asimilar en más de un visionado.

Pinocho de Guillermo del Toro es una película necesaria todavía, con una factura soberbia, con una historia que agarra varios palos y que todo, a pesar de sus pequeños defectos, consigue encajarnos a todos. No resulta una cinta verdaderamente emocionante, pero desde luego es, posiblemente una de las mejores cinta de animación del año.

Una más que interesante y trágica visión de un clásico infantil.
8

Dirección
Guillermo del Toro, Mark Gustafson
Guion
(sobre el libro de Carlo Collodi)
Guillermo del Toro, Patrick McHale
Dirección de fotografía
Frank Passingham
Música
Alexandre Desplat
Montaje
Holly Klein, Ken Schretzmann
Formato
1.85:1
Nacionalidad
USA, México, Francia
Duración
117 minutos
Distribución
TriPictures
En la red

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