Curioso el ejercicio que Disney se ha propuesto con Lightyear (Angus MacLane, 2022). Lo que bien podría haber sido una especie de ‘spin-off’ del personaje, quizá la opción más fácil, en realidad es lo que ha inspirado al mismo. Cuanto menos es una idea bastante interesante.
Su director, Angus MacLane, ha estado muy unido a Pixar, siendo responsable de la otra mitad en la dirección de Buscando a Dory (2016), o haciendo un par de cortos de Toy Story. Además, ha trabajado con animador en un buen puñado de productos Disney/Pixar. Podemos decir que Lightyear es su primer gran proyecto en solitario.
Como hemos comentado antes, la idea de crear la película en la que se basa uno de los juguetes más icónicos del cine de animación es, cuanto menos, original. Si hay algo que define bastante a la película es sobre todo, espíritu de aventura, y es que Lightyear es una cinta muy entretenida, muy disfrutable y, sin duda, se pasa bastante rápido.
Tiene buen ritmo, los personajes están bien, apenas hay “lastres” en ella, pero si que dado el nivel de exigencia de gran parte del público, podemos estar hablando de una película un tanto inferior, esa especie de «esperaba algo más». Mantener un nivel del estilo de, por ejemplo, Wall-E (Andrew Stanton, 2008), Up! (Peter Docter y Bob Peterson, 2009) o Los increíbles (Brad Bird, 2004), por mencionar tres títulos potentes en todos los aspectos, de Pixar, es sumamente complicado y aunque aquí se ha notado cierta ‘relajación’ en cuanto a la producción, tampoco sería justo hablar de un producto menor. No ya sólo porque la historia pueda resultar excesivamente simple (sólo a simple vista) sino porque quizá bebe de demasiadas fuentes y en ocasiones, resulta ser todo un ‘deja vu’.
Hay unos cuantos guiños a la propia saga de Toy Story, y aunque ciertos elementos establecidos en ella, aquí se cambian, a grandes rasgos tenemos la idea bastante amplia de que Lightyear podría ser perfectamente el producto que nos quieren vender, esa gran película de aventuras que a los niños les marcó en su vida.
Técnicamente poco le podemos reprochar, incluso las escenas de acción están bien desarrolladas, y todo fluye bastante bien. Seguimos encontrándonos ciertos clichés marca de la casa, y los secundarios, aun sin estar explotados demasiado, cumplen su función.
No es Lightyear la película de año, y posiblemente si se hubiera estrenado hace años habría sido más notoria, pero no se puede dudar de que aun con una historia sencilla pero con enjundia al mismo tiempo, no pasa desapercibida.
