Drama

Crudo

Crudo

Grave | 2016
17 de junio de 2024
Justine es una joven que va a empezar la universidad y, siguiendo la tradición familiar, estudiará veterinaria. A pesar de su condición de vegetariana, Justine sufrirá poco a poco un cambio, justo en el momento en el que prueba por primera vez la carne humana.

Tras un cortometraje, Junior (2011) la directora francesa Julia Ducournau debuta en el largometraje con Crudo (2016) una película que, de alguna forma, hereda algún poso de aquel cortometraje, además de la actriz protagonista, la joven promesa gala Garance Marillier.

En sus inicios, Ducournau parece apostar por analizar, o por tratar de trasladar a la gran pantalla, el inicio de la adolescencia, y sobre todo la necesidad que se tiene en esa época de la vida, de encajar dentro de cualquier grupo, el tratar de ser el “rarito” del grupo, o de convertirse en un marginado. Lo trata en su cortometraje que marca el inicio de su carrera, y lo continúa con esta película.

Casi podríamos decir que Crudo es una continuación de Junior. Eso sí, los estilos son totalmente diferentes. En su primera película se huye de cualquier eufemismo de formas y se cuentan las cosas tal y como son, con crudeza y realismo, una de las marcas que Ducournau mantendrá en su carrera. Y es que la directora no se esconde cuando se trata de mostrar violencia, crudeza o cualquier otra situación que marque a los personajes o haga avanzar a la historia.

Garance Marillier.

Crudo es una cinta un tanto complicada de ver, ya no por su nivel de violencia, que tampoco nos va a sorprender a estas alturas, sino por la evolución de los personajes y lo increíble de muchas de sus situaciones. La película tiene algunos logros interesantes, algunas escenas impactantes, y un más que notable trabajo de dirección para ser una primera película.

La historia gira en torno al personaje de Justine, siempre desde su punto de vista, vamos a ser testigos de cómo deja la inocencia, la protección del hogar (quizá todo ello reunido en su condición de vegetariana), y se mete de lleno en la adolescencia de la forma más bruta posible. En Crudo, esa transición, esa experimentación, podrían ser fácilmente las drogas, pero Ducournau ha optado por un tema bastante más escabroso y, quizá, menos ortodoxo como es el canibalismo (aquí la ruptura con su zona de confort).

Justine sufre, incluso es un personaje que genera cierta lástima, desamparada, casi abandonada por sus padres, con una hermana que no tiene tacto para tratarla y sobre todo enfrentada a un mundo desconocido para ella.

La película habla ya no sólo de esa transición, sino de todo lo que conlleva. El descubrimiento del amor, del sexo, de la violencia, e incluso de sus propios padres (interesante ese giro final, esa brevísima conversación con su padre).

Ella Rumpf y Garance Marillier.

Es una película que despierta muchas sensaciones (también es marca de la casa de su directora), tanto de repulsa como de lástima. Crudo, en conjunto, es una buena película, aunque su viaje no nos es nada desconocido, posiblemente sea un terreno muy conocido para su directora.

Junto a la protagonista, un elenco de secundarios bien traídos, bien compuestos, con los que se simpatiza más o menos, pero están ahí. Su posición es bastante neutral, no están para aportar demasiado más a la historia, sino que sirven de vehículo para que Justine vaya conociendo poco a poco el mundo real que la espera.

Película que habría que recomendar con sumo cuidado, ya no sólo por su nivel visual sino porque su primer vistazo resulta impactante, hilarante incluso en ciertos momentos, y ese choque de sensaciones puede no resultar agradable para muchos.

El difícil paso de la adolescencia hacia una etapa nueva de la vida, donde nada parece sencillo.
6

Dirección
Julia Ducournau
Guion
Julia Ducournau
Dirección de fotografía
Ruben Impens
Música
Jim Williams
Montaje
Jean-Christophe Bouzy
Formato
2.35:1
Nacionalidad
Francia, Bélgica
Duración
99 minutos
Distribución
Universal Pictures
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