Tras varios años ausente en las carteleras españolas, recordemos que su último largometraje estrenado en nuestras salas fue Tokarev (2014), con Nicolas Cage, Paco Cabezas vuelve a la acción con un thriller ambientado en la Sevilla más caótica y peligrosa, donde la droga es algo cotidiano y en donde la ley no acostumbra a estar del lado del bueno.
Dirigida con muy buen pulso, el ritmo de Adiós no da prácticamente tregua a ninguno de los niveles que uno pueda pensar. Es una montaña rusa de emociones que nos lleva desde escenas de acción bien rodadas, hasta demoledoras secuencias dramáticas. Todo ello con las disputas entre clanes por el control de la droga en una de las zonas marginales más duras de toda España.
Ese telón de fondo, que le hizo volver a su tierra, es el perfecto escenario para el desarrollo de una trama sencilla, a simple vista, pero con unos cuantos flecos bien dispuestos, todo bien resuelto y con la solvencia que le ha dado la experiencia en Hollywood a Paco Cabezas.
Protagonizada por Mario Casas y Natalia de Molina, la cinta tiene un buen cartel de intérpretes. Incluso Casas, criticado más que alabado, aquí hace uno de los papeles más memorables de su carrera hasta la fecha. Curiosamente el otro destacable fue también en una cinta ambientada en el mismo sitio, Grupo 7 (Alberto Rodriguez, 2012). Natalia de Molina, demuestra prácticamente en cada papel, su talento como actriz, dotando a su personaje de una fragilidad y dolor, magníficos. Retratar el drama de una madre ante lo que se enfrenta (la pérdida de su hija) no es una tarea fácil, pero la actriz lo resuelve con creces.
Junto a estos dos personajes, van entrando y saliendo en la historia más secundarios que, apoyan perfectamente, la trama y el desarrollo de ésta. Carlos Bardem, Ruth Díaz, Vicente Romero, Mauricio Morales, Mona Martínez o Sebastián Haro. Todos ellos construyen personajes muy verosímiles, con rectitud y sobriedad. El director (que también escribe el guión junto a Carmen Jiménez y José Rodríguez) se molesta en desarrollar algunos, lo cual es interesante, y los construye con sus miedos y sus pasados. Pocas pegas podemos ponerla a Adiós en cuanto a personajes se refiere.
La película habla sobre el perdón, sobre el pasado, sobre la pérdida, sobre la necesidad de levantarnos cuando hemos recibido un duro golpe. Pero también habla sobre el dolor, en muchos planos, pero sobre todo el dolor de una madre. Adiós, a pesar de ser un thriller, tiene un contenido dramático que quizá sea lo que la haga un poco diferente. Una historia que se desarrolla en un escenario olvidado por la sociedad, practicamente.
Paco Cabezas ha sabido muy bien recrear toda la historia y ambientarla en el inframundo de las drogas, de los clanes y de todo lo que arrastra la ambición y el dinero. Una película altamente recomendable, bien rodada y con buenos personajes.