Tan sólo ha pasado un año desde que los hermanos Russo, artífices de gran parte del éxito de MARVEL en cines (se han encargado de nada más y nada menos que cuatro películas), había aparecido en unos créditos. Fue con Cherry (2021) aquel drama protagonizado por Tom Holland estrenado en plataformas (Apple TV+) y que no tuvo precisamente buenas críticas. Aquel ‘experimento’ dentro del drama personal pareció servirles a los hermanos Russo y han vuelto a un terreno más conocido para ellos y que dominan con bastante pulso, como es el cine de acción.
Un proyecto, sobre el que hablamos, que se remonta a algo más de diez años, con James Gray y Brad Pitt en él (Pitt iba a protagonizarla) pero que durante todos estos años ha pasado por varias manos hasta caer finalmente en Netflix. Los hermanos Russo siempre estuvieron envueltos en esta especie de adaptación de la novela de Mark Greaney, conocido además por ser quien continúa escribiendo sobre el personaje de Jack Ryan tras la muerte de Tom Clancy en el 2013.
El guion cuenta con uno de los hermanos Russo, además de dos de los guionistas con los que han trabajado en el UCM. La trama es bastante sencilla, no nos depara sorpresas y tampoco se caracteriza por tener demasiadas esquinas. En este sentido la película es bastante plana.
Los Russo ya demostraron que, para llevar a cabo buenas películas de acción, al menos tienes que tener en cuenta dos elementos. Por un lado, a los personajes y por otro lado, la espectacularidad. Lo han demostrado en algunas de las sus producciones más notables como Tyler Rake (Sam Hargrave, 2020) o Mosul (Matthew Michael Carnahan, 2019). En ellas siempre había alguna escena espectacular y el resto era meramente decorativo, aunque nunca descuidado. En El agente invisible han optado por la misma fórmula y entre escena espectacular y escena espectacular, sin duda hay que destacar la que se desarrolla en Praga, de lo mejor en cuanto a acción “made in Netflix” en lo que llevamos de año.
Para dar rienda suelta al espectáculo, se ha tirado la casa por la ventana (hablamos de un presupuesto de algo más de 200 millones de dólares) y con el uso de drones (excesivo e innecesario en muchos casos), los realizadores han querido emular a Michael Bay y su Ambulance. Plan de huida (Michael Bay, 2022), con algunos planos ‘imposibles’. Queda curioso y espectacular, pero a la hora de la puesta en escena, no nos sirve de mucho.
El agente invisible es una cinta bastante honesta, no alardea, no se toma en serio, sabe perfectamente qué tipo de producto es y hacia donde quiere ir. Sin duda la película no engaña y si nos enfrentamos a ella, tenemos que saber de antemano que nos encontramos ante un producto pensado para entretenimiento, nada más.
Ryan Gosling y Chris Evans ponen la nota como protagonistas absolutos. Aunque la trama o la película no exige demasiado a nivel interpretativo (más bien físico), sus personajes al menos tienen cierto carisma. Lo mismo sucede con Ana de Armas, confirmada como una de las actrices del momento, aquí demuestra una vez más que es capaz de todo, no simplemente de un rostro bonito.
El agente invisible es una cinta entretenida, en donde todo vale, del estilo a sagas como Misión: Imposible, Jason Bourne o James Bond, donde las leyes de la lógica/física poco importan, y donde el espectáculo se adueña de cada minuto. No es que vaya a marcar la carrera de los Russo, pero como pasatiempo es realmente válida.