Quinta entrega de una saga que inició James DeMonaco hace ya unos ocho años con The Purge: La noche de las bestias (James DeMonaco, 2013) y que resultó ser un producto con mucho potencial, pero una ejecución bastante torpe que pretendía acaparar muchas cosas. De aquello aprendió que, quizá, el público todavía no estaba preparado para eso y las secuelas sucesivas, de las que DeMonaco ha dirigido dos, desembocaron en correctas películas de acción con un toque muy pequeño de terror.
En esta La purga: Infinita la producción vuelve a escoger a un realizador prácticamente principiante. Gerard McMurray se encargó de La primera purga: La noche de las bestias (2018) y aquí es el productor y director mexicano Everardo Gout quien toma las riendas de una cinta de la que poco nuevo podemos sacar.
Hay que reconocer que la sencilla idea de esta saga resulta atractiva y terrorífica al mismo tiempo. DeMonaco supo lanzar una idea fresca a pesar de que el comienzo quizá resultó un tanto decepcionante.
Manteniendo esa esencia, La purga: Infinita deambula entre algún tipo de drama sobre la inmigración, y una ‘survival movie’ de acción. Todo ello bien empaquetado, sin demasiados excesos y con un reparto correcto en donde prácticamente destacamos a todos. Es quizá de lo más llamativo de la película, el equilibrio dentro del reparto.
Con un tema tan actual como manido, como es el asunto de la inmigración ilegal, DeMonaco, que aquí se atribuye el guión, trata de hacer una pequeña radiografía del ‘dreamer’ que llega a los Estados Unidos, y que resulta explotado por la clase alta americana. Un discurso muy ‘trumpista’, pero desgraciadamente aún vigente a dia de hoy y que costará mucho tiempo solucionar. Un discurso que, sin ánimo de conmover, aunque hay pasajes en donde se intenta, consigue darle la vuelta en un final casi redondo para la historia, donde se invierten los papeles y se nos deja una pregunta muy interesante.
Ese trasfondo sociopolítico que tiene La purga: Infinita es lo que la salva de la estandarización como producto de acción. Y es que en este género es necesario darle algo más a la historia si no quieres pasar al olvido. Aunque no es un producto perfect (el guion es uno de sus lastres) sabe bailar bien con los defectos y nos deja un poso que tampoco es que nos vaya a hacer pensar, pero si que cierra la historia con bastante solvencia. Si bien toda la saga bebe mucho de la política, quizá esta entrega sea la más evidente en este aspecto.
La purga: Infinita habla de los sueños rotos, de la esperanza, habla del odio, es un cóctel de varias cosas que aderezadas con acción y algún que otro logro técnico, termina por ser un producto entretenido, bien hecho en su mayoría, pero falto de algo que la identifique como una entrega algo más fresca y no tan continuista.
Se echan en falta varias cosas, más explicaciones, más desarrollo de detalles (algunos los tiene y son muy buenos)… no es una cinta perfecta, lo sabe, pero tiene un buen puñado de cosas buenas que quizá hacen sombra a sus imperfecciones.
