Primer largometraje del cineasta Parker Finn que, como muchas otras obras de terror, tiene su génesis en un cortometraje del propio director. Laura Hasn’t Slept, dirigido hace dos años le ha supuesto a Finn una interesante tarjeta de presentación. Aquel cortometraje (su segundo tras The Hidebehind (2018)) sirve de base para una cinta, Smile, que como mucho del cine de terror actual, guarda una historia dramática detrás.
Mucho del cine de terror actual tiene sus cimientos en un drama que, por lo general, suele generar en el protagonista una especie de trauma que lo empuja o bien a ser el eje central de la película bien como villano o como protagonista; o bien a ser el propio objeto de un ente o fuerza sobrenatural. Pero siempre, el trauma como principal desencadenante de todo.
Smile no rehúye de ello y aunque es consciente de que no ha venido a descubrir la rueda, al menos se molesta en que todo tenga cierta consistencia y transmita esa sensación de inquietud y temor necesarias para que la película funcione. Pero decae en aplicar cierta coherencia a todo. La película es consistente a nivel técnico, pero la historia parece que quiere complicarse innecesariamente.
La película gira en torno al drama de la protagonista, una frágil Sosie Bacon (la hemos podido ver en la serie Mare of Easttown (2021) junto a Kate Winslet) marcada por la muerte de su madre. Este detonante es lo que inicia la película y lo que Smile utiliza para justificar prácticamente todo el trasfondo del personaje protagonista. A partir de aquí, construye un relato en el que mezcla terror y suspense, todo ello con algunas escenas interesante.
Hay susto fácil en Smile, no nos vamos a engañar, y su final termina por ser bastante estándar, con la capacidad suficiente como para poder hacer una secuela.
A nivel técnico, la película cumple sobradamente con lo que se espera. Buenos efectos digitales y hasta alguno práctico. A Smile se la pueden poner muchas pegas, pero seguramente no en este sentido. La atmósfera creada es efectiva y sin duda redondea todo el ejercicio.
Una película que no nos descubre nada nuevo, que resulta inquietante en muchos momentos y que nos mantiene atentos. Finn se conforma con esto y nosotros seguramente deberíamos hacer lo mismo.
