Hace 2 años que la MARVEL, en vista del buen ritmo que llevan sus adaptaciones, decide reinventar el personaje de Spider-Man (creado por Stan Lee y Steve Ditko). Cuando apenas habían pasado cinco años desde que Saim Raimi finalizase su trilogía sobre el hombre araña, MARVEL se decanta por darle el mismo tono que el resto de sus productos. La seriedad y el “realismo” serán lo esencial. El resultado, aunque falto de interés e innecesario, no quedó para nada mal.
Pero Marvel sabía que ésto haría dinero y para ello ha vuelto a coger a Marc Webb como director para una secuela más alejada de sus orígenes y más próxima a producciones similares, siendo todavía más enfatizada, la sensación de que estamos de nuevo ante algo absolutamente innecesario pero que al menos entretiene y sigue ahondando un poco más en el universo del personaje.
Para darle más empaque de “blockbuster”, tanto Webb como la MARVEL, han contado con un guión menos reflexivo y en donde se le da más prioridad al espectáculo. No es de extrañar que los guionistas (Robert Orci y Alex Kurtzman) ya sean todo unos expertos en este tipo de historias. No en vano, hablamos de los responsables de sagas como Transformers o Star Trek. El guión de The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro, se aleja algo más de la personalidad de los roles, sin olvidarse (es algo mínimamente exigible) de la historia que toca al protagonista.
Si hablamos del apartado técnico, MARVEL nunca ha escatimado en ello. Con unos espectaculares efectos especiales, la película sigue siendo un maravilloso escaparate visual, por lo que los fans no estarán decepcionados. A destacar el personaje de Electro, sin duda. La transformación de Jamie Foxx es quizá de lo mejor que hemos visto este año.
Dado que es una secuela y que la primera cinta funcionó bien en ese aspecto, los roles principales se han mantenido, así como los intérpretes. No hay mucho cambio ni para Garfield, ni para Stone, ni para Field… ni siquiera las nuevas incorporaciones destacan demasiado. Estamos ante una cinta en donde no hay demasiado que exigirle a los actores.
Quizá la cinta no tenga un ritmo demasiado constante, a pesar de sus esfuerzos por meternos en la historia, hay partes que, o bien se ve demasiada su planificación, o bien parece que cuesta avanzar. No obstante, la película es entretenida a pesar de sus defectos.
A la espera de una tercera y/o cuarta entrega (que nadie dude que la habrá), este nuevo Spider-Man parece un poco irregular. Se agradecen los esfuerzos de su reparto por aportar seriedad a los personajes.