Parece casi una tradición que el cine ruso, volcado como en Hollywood, en las superproducciones, nos deje cada año una película espectacular, al más puro estilo “blockbuster”. The Blackout: La invasión (Egor Baranov, 2019) engrosa una lista que en España no conocemos demasiado. Es un cine caracterizado sobre todo por un derroche visual y de efectos especiales que nada tiene que envidiar al norteamericano.
Baranov, absolutamente desconocido en nuestro país, se lanza a su segundo largometraje, repleto de acción, efectos especiales y pinceladas de ciencia ficción. Todo ello envuelto en una trama que, por momentos se vuelve un poco pretenciosa. Aún así, The Blackout: La invasión es absolutamente consciente de qué tipo de producto es, y la principal virtud radica en sus efectos especiales.
No hay más, la película no tiene un trasfondo profundo, apenas ahonda en los personajes y durante todo el metraje, deja líneas abiertas en la historia que, al final no aportan prácticamente nada a todo el conjunto.
Una serie de “set pieces” de acción más o menos aceptables, con un desenlace un tanto flojo. The Blackout: La invasión es una cinta entretenida, con buenos efectos especiales, pero que no aporta nada nuevo. Siguiendo esta línea, otra cinta rusa, Atracción (Fedor Bondarchuk, 2017) igualmente con un despliegue visual atronador, al menos se molestaba en tratar de contar una historia con cierto romance, aunque todo quedaba eclipsado por el nivel técnico. Aquí no hay una historia que interese, todo pasa con escaso interés.
A esto hay que sumar una interpretaciones muy flojas, poco conseguidas y que no nos transmite absolutamente nada.
La historia se vuelve confusa en ciertos momentos (dejamos por un momento de pensar qué le sucede a la humanidad y nos centramos unicamente en la acción), el desenlace tan atropellado como relativamente breve no aclara realmente tanto. Todo queda en un ejercicio vacío, interesado únicamente en mostrar nivel técnico y nada más.
Este tipo de producciones soviéticas no suelen estrenarse en nuestro país. Los actores no son conocidos, los directores tampoco… resulta complicado encontrarlas un hueco en la cartelera.
En formato físico existe una edición en bluray, en los Estados Unidos. Tiene sonido ruso e inglés, y subtítulos únicamente en inglés. Se ha podido ver en algún pase por televisión, por lo que existe doblaje en castellano. Quien sabe si algún día, se editará en físico en España.