Casi bautizada por James Gunn (nuevo responsable de las películas del universo DC junto a Peter Safran), como el capítulo 0 del próximo DCU, estamos ante una clásica cinta de orígenes, desconectada totalmente de lo que hemos visto hasta ahora dentro de DCU. Antes de que se dé por terminada esta etapa de cómics-películas con el estreno de Aquaman y el Reino Perdido (James Wan, 2023), nos encontramos con esta especie de comedia de acción, entretenida y que parece ser como la marginada de la familia, por no tener conexión algunas con las películas previas.
A finales de los años treinta, Charles Nicholas Wojtkowski crea el personaje de Blue Beetle, aunque el mexicano Jaime Reyes (la identidad del tercer Blue Beetle de la historia) surge hacia principios del siglo XXI, concretamente en el tercer número de la saga Crisis infinita, entre el 2005 y año 2006, por lo que realmente es un personaje bastante contemporáneo en relación a su adaptación cinematográfica. En la película, el rostro de Reyes corre a cargo del mexicano Xolo Maridueña (visto en la serie Cobra Kai), en un papel correcto, con sus puntos cómicos, pero sin llegar a resultar excesivos.
A Maridueña se le une un reparto prácticamente desconocido, donde el nombre de Susan Sarandon es el que más nos suena. También reconocemos los rostros de Adriana Barraza, nominada al Oscar hace años por Babel, de Iñarritu, y a la actriz mexicana Elpidia Carrillo a quien muchos recordarán por ser la única mujer en el reparto de Depredador (John McTiernan, 1987). También lo acompañan Raoul Max Trujillo, George López, presentador y actor mexicano (le pudimos ver, por ejemplo en Historias de San Valentin (Garry Marshall, 2010), y la voz de la cantante Becky G, que en la versión original da vida a Khaji-Da, la voz del traje de Blue Beetle.
Y es aquí donde hay que hacer un inciso, porque una de las mejores cosas que tiene Blue Beetle es su elenco de secundarios, más concretamente la familia Reyes. Y es que el punto cómico de la cinta lo aportan ellos (sobre todo la abuela, con el rostro de Adriana Barraza). Ese toque familiar, como casi de comedia mexicana, en donde todos se pisan cuando hablan ‘spanglish’ le da un ‘punch’ diferente a la película. El equilibrio entre acción y comedia está bastante bien medido. Interesante la banda sonora de Bobby Krlic, con un aire retro en muchos pasajes, gracias al uso de lo que parecen sintetizadores.
Blue Beetle habla sobre todo acerca de la familia, de la unión entre todos, y de la necesidad de apoyarse entre ellos en los momentos más difíciles. Unos valores conservadores, pero válidos y universales. No es una cinta que arriesgue demasiado, se acomoda en los cánones de películas de este tipo, y de ahí no parece moverse.
Y como cinta de superhéroes, vuelve a adolecer de un villano (una, en este caso) bastante descafeinado. Sarandon, que no necesita presentación, da vida a la mala de turno, un personaje bastante flojo y que poco o nada hace para que temamos por la integridad del propio Reyes. En este sentido, Blue Beetle es amable. Pero lo mismo le sucede con Carapax, el “secuaz” de Sarandon.
Blue Beetle es una película entretenida, prácticamente en la línea de DC en cuanto a narrativa, historia y demás. Tiene buen equilibrio entre la comedia y la acción, unos efectos especiales solventes, aunque nada sorprendentes, y un reparto que, a pesar de no ser de mucho peso, resuelve la película.
