La escasa experiencia de la directora y guionista Gina Prince-Bythewood en cine de acción (había tocado el drama musical, deportivo y drama generacional) le pasa factura en la nueva producción de Netflix, una película de acción con algunas pinceladas de fantástico, protagonizado por una siempre solvente Charlize Theron.
La historia de La vieja guardia bebe de las novelas gráficas de Greg Rucka, de quien ya se adaptó otra obra, Whiteout (Dominic Sena, 2009). Rucka ha escrito cómics para los personajes de Batman e incluso para la serie Star Wars. Junto a Rucka, el argentino Leandro Fernández, le pone dibujo a las historias de La vieja guardia, que se empezaron a publicar en el 2017 y actualmente siguen haciéndolo.
La película es una cinta de acción en la que, curiosamente no hay demasiadas escenas de acción, y esto quizá es lo que más le reste. Es un problema que se deja ver durante toda la película, hay una notable falta de ritmo que además ayuda a que por momentos, estemos ante una cinta un tanto aburrida. No es que la película no despierte interés, que lo hace a su manera, pero al tratarse de una cinta de acción, al menos se le debe exigir unos mínimos.
La historia mezcla un poco pequeñas tramas de los personajes, nos intenta que simpaticemos con ellos, que sepamos algo de ellos… todos estos detalles son de agradecer y ayudan a que, al menos intentemos sumergirnos con ellos. Pero en una cinta de dos horas, cuesta condensar muchas cosas y es por eso que las partes menos “movidas” resultan algo tediosas y cortan bastante el ritmo de la película. Hay momentos en los que a uno le despierta indiferencia lo que les suceda a los personajes.
A esto hay que sumarle que no hay grandes escenas de acción. Y es que La vieja guardia adolece de tener escasamente 3-4 escenas en donde uno pueda ver alguna pelea, alguna escena con armas… elementos esenciales en el cine de acción actual. Sin ellos, a los que interesa el género, desconectarán en pocos minutos.
La vieja guardia tampoco convence en sus momentos más… trascendentes. Los actores no están demasiado convincentes, y al menos la presencia de Charlize Theron o de Chiwetel Ejiofor, le dan un pequeño empaque de superproducción. Pero sin ellos la película habría pasado bastantes desapercibida.
Cinta floja, a la que le falta “chicha”, con un reparto correcto (sin más), una dirección normal tirando a “estándar” y una historia a la que podríamos haberla sacado más en otro formato audiovisual. No es que La vieja guardia sea mala, simplemente que no sabe explotar demasiado los recursos del género al que pertenece.
Hace tres años, Skydance adquirió los derechos para adaptar la primera novela gráfica. Tras ofrecer el proyecto en distintas productoras, Netflix se interesó y les compró los derechos para adaptarla a la gran pantalla. Posteriormente se unió la propia Charlize Theron en la producción. Podemos decir que es uno de esos proyectos que la propia Netflix compra expresamente para estrenar en su plataforma.
Sólo puede verse a través de la plataforma Netlix.